Texto y
fotos: Fede Pallés - En esta sección, fotos de Facu Morando
(La
siguiente nota fue escrita y editada entre enero y febrero de 2010 -
No posee modificaciones desde entonces)
Una vez arribados a
Constitución, desde la estación ferroviaria tomamos un
colectivo a la costa, y ahí vivimos nuestro primer contacto con el Pacífico,
otro de los objetivos de este viaje. Era loco pensar que estábamos frente a
“otro océano”, de tanto andar por el Atlántico.
Con varios morros adornando la costa, Constitución es un lugar muy pintoresco
para conocer. Es tranquilo, no hay mucha gente, y se llega en tren, que es lo
más copado. El agua, por lo general, está helada, así que meterse al mar es un
tema aparte. Pero los colores del mar y del horizonte en diferentes
momentos del día, valen la pena. Aquí va un compilado de fotos del lugar...
Buscarril vuelta
Después de esta experiencia acampando junto al Pacífico (sin miedo, pero con la
curiosidad de varias advertencias a lo largo de la ciudad que indicaban con
flechas "corra por aquí
en caso de un Tsunami") iniciamos el retorno hacia Talca, con el Buscarril de la
tarde.
(Pintorescos preparativos en el
andén de Constitución, una hora antes del horario de partida)
En esta ocasión nos hicimos amigos de la nueva tripulación. La verdad, todos muy
buenos y hospitalarios, con muy buena onda. Sacando el río y los cerros, esto es
100 % SEFECHA... (¡en cualquier momento pasábamos por Cote Lai!).
Según nos comentaba el conductor, la razón de la existencia de este servicio es
la falta de accesos por caminos a los pueblos intermedios. Solo por esa razón el
Estado decidió mantenerlo. Y para lograr preservarlo, el ramal fue
favorecido al haber sido declarado de Monumento Histórico Nacional, instancia que obligaría al Estado a mantenerlo
operativo de por vida.
(Sala de espera muy particular con
sillones de mimbre / Entrada de la estación / Salida hacia el este junto a
la calle)
(Una vez superada la ciudad,
pasamos por debajo del nuevo puente carretero / Río Maule desde el
coche motor)
(Se podría llegar a deducir
que "le queda grande" a este coche motor semejante puente. Pero el paso del
tiempo determinó que esto fuese
así, las cargas ahora van en camión, y la nobleza de esta
obra de ingeniería
hace que aún se puedan
aprovechar, como vemos aquí, aunque sea para transportar un puñado de gente
por día)
(Uno de los puentes de piedra que
atravesamos en el ramal / Esta vez jalábamos de dos remolques)
(Para que pueda descender el
señor de sombrero -con dificultad para caminar- el coche le paró
frente a su casa. Del otro lado,
su mujer lo esperaba con alegría / Cruzada en G. Bastias)
Talca
(Puente sobre río Claro, cerca de Talca)
(A lo lejos, un cruce a nivel de
la métrica sobre la ancha /
GE
105 T, motor 251... ¡es la última que queda!)
(Fin del viaje en el Buscarril
/ Una de las seis GAI/Breda (E-3217) que quedan en marcha, a ordenes)
(Una vez le saqué una foto a una
modelito de promoción que estaba en Retiro, en la inauguración del tren a
Córdoba, en mi afán de decir "los
trenes también pueden ser bien presentados", con orgullo. Y la
mina, tan
copada, llamó a uno de seguridad para que me "removiera"
solo porque no quería que le saquen fotos. Ahora
bien, miren esta foto y noten lo que
este tener una buena actitud y actuar con madurez y seguridad interior).
(Llegada del Terrasur que no
pudimos tomar, por venir lleno. ¡Gracias a eso recuperé mi agenda!)
Cuando llegamos a Talca, nos informaron en boletería que el Terrasur que se
aproximaba venía lleno, por ende, debíamos esperar una hora para el próximo. Tan
solo una hora para un tren que recorre 400 km., ¡un lujo! Entonces aproveché la
hora de espera para ir al hotel
en donde habíamos estado unos días antes, a un
par de cuadras de la estación, a ver si habían encontrado mi agendita de bolsillo que
al parecer me había olvidad allí. E increíblemente la tenían ahí guardada.
Volví a la estación (pensé en
tomar el Taxutal, el bus local, pero no tenía apuro) y nos dedicamos a ver
maniobras de una extraña máquina eléctrica (la GAI, parienta de nuestras famosas
y efímeras GAIA) que luego de hacer varios enganches y
desenganches salió hacia el norte con un corte mixto.
Al arrimarnos a sacar fotos y
cruzar de andén en andén pensamos que en cualquier momento vendría el policía a
decirnos que no se podía hacer tal o cual cosa. Pero en realidad eso no pasó, no
nos dijo nada, cosa que nos llamó la atención, ó al menos nos resultó extraño
acostumbrados a la represión habitual en Argentina en estos aspectos.
Al arribar el Terrasur, nos despedimos de nuestras compañeras de viaje y
seguimos nuestra ruta hacia el sur. En pocos minutos el Terra levantó vuelo y en
un ratito nomás estábamos arribando a Chillan.
Desde aquí comenzó un largo viaje en micro, que se inició a las 00:45 de la
madrugada y terminó las 16 hs. en Bariloche, previo trasbordo en Osorno.