Texto y
fotos: Fede Pallés - En esta sección, fotos de Facu Morando y
colaboradores (ver etiquetas)
(La
siguiente nota fue escrita y editada entre enero y febrero de 2010 -
No posee modificaciones desde entonces)
Uspallata, pueblo
tomado
El cierre de la marcha mundial sería el 2 de enero en Punta de Vacas, en la
Cordillera. Por eso desde Mendoza Capital muchos nos trasladamos a la localidad
de Uspallata, de forma tal de estar cerca de Punta de Vacas. En la estación del
San Martín había una decena de micros especiales para quienes
seguíamos viaje.
Al
hacer este tramo, por fin conocí en persona al famoso
Ferrocarril Trasandino. Como les había comentado
antes, esta era mi primera vez en Mendoza. Y mucho me habían hablado de esta
traza, pero ahora verla con mis propios ojos me dio la pauta del porqué tanta
fascinación en la gente que la conoce. Fuimos
pasando lugares en donde
me pregunté
“por favor, cómo hace este ramal para meterse por aquí”.
En los sectores donde la ruta se arrima a la vía, se aprecian
signos de depredación. Y los derrumbes habituales y la ausencia de mantenimiento
hicieron lo propio en otros sectores.
Creo que este ramal posee un triste
record: es uno de los más nombrados en los ámbitos políticos y
siempre es noticia su posible restauración, pero hasta hoy día no se
ha movido una sola piedra. Los que se mueven son los papeles.
En varias tandas de micros, la gente fue llegando a Uspallata, alojándose
básicamente en los camping Rancuil y el municipal, ó en algunos hospedajes
alternativos.
Estuvo bueno el hecho de pasar año nuevo en el
interior en vez del clásico encuentro familiar en Buenos Aires, le dio un toque
diferente. También me sorprendió la cantidad de amigos a los que no les importó
tanto tener que pasar año nuevo fuera de sus casas, y cuantos tenemos más de 25 y
seguimos solteros. (jejeje)
(En Uspallata, con los chicos del
FUDESA... Por fin podíamos disfrutar luego de meses de organización!)
La estadía en Uspallata tuvo además una característica particular. Por momentos
sentía que mi barrio (Seminara) había sido evacuado y que sus ocupantes habían ido a
parar aquí: cada vez que salíamos a caminar, íbamos de compras o lo que fuere,
me cruzaba con amigos o vecinos, realmente rarísimo. Éramos una gran
comunidad, un pueblo tomado.
Algo cómico para recordar de estas jornadas, fue que el primer día que llegamos
yo sentía cada tanto la bocina de 3 tonos de NCA. Claro, luego de tantas horas
de escucharla, me había quedado grabada en la mente. Pero luego la escuchaba con
más claridad y más seguido, y a otros les pasó lo mismo, hasta que descubrimos que el celular de Facu tenía de rington la canción “Soñé otro mundo” de Manu Chao, que tiene una
armonía de guitarra similar a la bocina de NCA. ¡Si, estamos
trastornados jaja!
Lo que sigue
a continuación de esta nota, es un compilado de fotos de la
zona Uspallata y el viaje a Santiago. Me resultó difícil
seleccionar fotos, todas tienen su encanto, y algo para
contar, pero se iba a hacer demasiado largo.
Elegí empezar
con la foto de la izquierda, en donde estoy disfrutando el
silencio del valle y un viento suave en el camping Rancuil.
Después de un año de laburo y un rutinario viaje diario a
Capital Federal, hacer esto fue muy necesario.
(Mientras algún sector del
camping estaba atiborrado de carpas, nosotros preferimos este lugar, ¿qué tal?)
(Primera visita que hicimos al
cerro que está saliendo por la calle principal del pueblo)
(Multitud en el
cierre de la marcha mundial en Punta de Vacas, 2 de enero de
2010)
(Wipala / Fue un
orgullo poder compartir -después de largo tiempo- este viaje con mi familia)
(...) No se pretendía con la Marcha cambiar el estado actual de las cosas ni mucho
menos organizar nada… pero algo ha cambiado. Se ha dado la señal y se va creando
conciencia. El tiempo dirá si fue una señal débil o poderosa, pero lo que sí
sabemos y no está en duda es que ha sido la señal correcta, necesaria, urgente y
valiente.
La Comunidad (para el desarrollo humano) que estudia, desarrolla y difunde la
instalación de una nueva cultura basada en la no violencia, será el
correlato de una configuración de conciencia avanzada, en la que todo tipo de
violencia provoque repugnancia (...)
Comparto con cada uno un deseo de Paz, Fuerza y Alegría.
Punta de Vacas, 2 de Enero 2010
- (extracto de Tomy Hirsch)
(Atardecer de colores
intensos / Segunda visita al cerro cercano, esta vez un poco más
arriba)
(Esta perra hermosa que bauticé
"bebota" nos acompañó nuestros días de campamento)
(Momentos de
reflexión y paz en Uspallata / Vista del lado norte
del pueblo...¡que bellos colores!)
Late el corazón
contento...
Al finalizar
el cierre de la marcha, emprendimos viaje hacia el oeste,
tomando un bus desde Uspallata a Santiago de Chile. En este recorrido pude apreciar nuevamente las
maravillas del Trasandino. Ojala algún día quede algo de
esta obra perdida en la montaña. De hecho resulta ridículo que no exista ningún tren turístico
recorriéndolo, aunque sea en uno de sus tramos sin necesidad de estar conectado a la red
nacional.
(El Trasandino, lejos y cerca de
la ruta, con signos inevitables de abandono)
(Faltando varios kilómetros para
Est. Las Cuevas, comienza una infinidad de cobertizos de nieve)
(Rieles colgando en algún sector
del ramal / La banda Imperio Diablo rumbo a su gira a Chile)
Luego de un rato de viaje, el interno
1007 de “El Rápido Internacional” -que
salió de Uspallata con una hora de atraso- llegó a la aduana en Paso Los
Libertadores. La espera para cruzar la frontera fue de tres horas. Afuera había
un fila interminable de micros, autos y camiones. Todo el mundo ingresaba a
Chile.
Y bueno, habría que esperar. Nos preocupaba que el micro anunciaba su llegada
(por horario) a las 16 hs. en Santiago, pero visto el caos que había en la
aduana, sumado a la hora que ya llevábamos de demora, era imposible estar en
destino a horario. Pero al menos llegaríamos de día, ya que en estas épocas
cercanas al solsticio de verano, oscurece muy tarde, y más si estamos junto al
Pacifico.
En el micro viajábamos con Facu Morando y toda la banda “Imperio Diablo” que,
tras tocar en Punta de Vacas (sin dudas, la mejor banda de la noche), se dirigía
a Chile a hacer una gira por Santiago y Concepción.
Era obvio que entre el equipaje de los músicos había instrumentos de todo tipo,
incluyendo una cantidad de sikus, flautas, etc. Cuando ingresamos al salón para
la revisión de equipaje, no podíamos creer que un plasma advertía sobre los
elementos prohibidos, mostraba en primer término una fruta, luego un trozo de
carne, y en tercer lugar... ¡UN SIKUS! Realmente decíamos “¡noooooo, es un
chiste!”. El tema es que no se pueden pasar maderas talladas. Sin embargo no
hubo problema, se explicó al personal de aduana que era necesario llevarlos, y
fin de la historia. De todas formas no pudimos parar de reírnos de ver ese sikus
considerado un elemento peligroso jajaja.
(Impresionante descenso hacia el
lado chileno en un zig-zag que requiere mucha atención)
Por fin pudimos trasponer este embole de tres horas e iniciamos el descenso
hacia Chile. Pero al poco de andar, el micro se paró. Luego no podía arrancar, se quedó sin batería. Todos pensamos “bueno, en breve alguien
vendrá a socorrernos”. Que ingenuos fuimos. El micro que nos vino a rescatar
llegó a las 21:30 hs., cinco horas después de que nos hayamos quedado. ¿Lo
pueden creer? Estas son las empresas de transporte que vinieron a reemplazar al
ineficiente ferrocarril, todo en nombre del progreso.
(Momento en que nos quedábamos
varados en plena montaña, miren como brillaba el sol...)
(la tarde seguía pasándonos por
un costado, y nosotros divirtiéndonos con lo que teníamos a mano...)
De llegar a las 16 hs. a Santiago, arribamos al día siguiente a las 00:15 hs. con
un total de ocho horas de demora. En la terminal nos separamos de Imperio Diablo
(ellos iban a una casa, tenían todo arreglado). Pero Facu y yo estábamos a la
deriva. Por eso Gonzalo, un pasajero del micro -malabarista de La Plata- nos
ofreció ir a su casa, totalmente de onda. Aceptamos y gracias a él no tuvimos
que andar por las calles oscuras del centro en busca de un lugar.
En el viaje en taxi desde la terminal hacia el oeste por la Avenida Alameda,
vimos la imponente Estación Central, la que por mucho tiempo fue la puerta al
sur de Chile. Allí comenzaría nuestra aventura al día siguiente. Gonzalo nos
preparó algo para comer esa noche, y luego, ¡a dormir!
Santiago de Chile
A media mañana, luego de haber descansado en la casa de nuestro amigo, salimos a
hacer un city tour por varias líneas de Metro, aprovechando la ida a la calle
Moneda para el cambio de plata. De a poco nos fuimos habituando al cambio
chileno (al principio asusta que compres una gaseosa y te digan “son tres lucas”
jejeje). Para arrancar con un desayuno no muy costoso, probamos un Mote con
huesillo. Estaba bueno.
(Linda mañana en Santiago, en la
casa de Gonzalo, el malabarista / El Metro en la estación Ñuble)
Respecto a las líneas de Metro, la verdad, son impecables, mucho más veloces que
las nuestras y con una frecuencia muy buena. Si los chilenos viajaran en nuestra
línea B (con velocidad máxima de 60 km/h) se morirían de risa, nos dirían “como
desaprovechan esta línea recta que tienen”. Además, algunas líneas del Metro
salen a superficie mediante un viaducto, y hacen viajes realmente largos, como
si fuese ir de Plaza de Mayo a Ciudadela, por dar un ejemplo.
(Desayuno de "completo" en el
centro / Metro de Santiago con llantas metálicas y neumáticos)
(Imágenes de las estaciones.
Mucha limpieza y corrección se perciben en esta ciudad / Casa de gobierno)
(Con ustedes.... prrrrr -rulo de
tambores- la Estación Central, ó Alameda, como quieran llamarle)
(Salida de un Terrasur del
mediodía / El Metro entrando a una estación en la zona de viaducto)
Al llegar a la estación Central,
compramos pasajes para viajar por la tarde a Talca. Con estos en mano y un par
de horas libres, seguimos nuestro recorrido en el Metro y fuimos a cocinar a la
casa de nuestro fugaz amigo.